miércoles, 26 de diciembre de 2007

Anuleitor Christmas

Siento tardar tanto en contestar, pero creo que la Navidad, otro año más, ha vuelto a anular mis constantes vitales, lo que incluye la reducción de la creatividad. Mis días navideños están siendo muy "como siempre", pero aún más aburridos. Sí, Grillo, no te quejes de tu invisibilidad pasados tres días de tu llegada, porque todo puede ir a peor. Por otro lado, en mi caso, estoy en el grupo de los que tienen que ir a comer a casa de los suegros por Navidad. Y, como no, si la Navidad ya tenía momentos mortalmente aburridos, este hito tocó récords inigualables de sopor.... no sé porque mi estimado señor esposo se puso farruco con lo de ir a casa de sus padres, si sabe de sobra que no hay mucho "feeling" entre nosotros (por decirlo así, nunca cumpliré los cánones de la perfecta casada alcarreña, sino más bien los de la puta secuestradora madrileña). Yo, entro en su casa, me intento esforzar, sonrío, digo que está todo buenísimo... pero, no sé que pasa que a la media hora estoy de una mala hostia del copón, y contestando mal a quién se me ponga por delante. No hay solución, nunca se me ha dado bien fingir... y no sé hacerlo. Total, que en la comida de navidad terminé cojiendo las botellas de vino de regalo y esperando para irnos en la puerta del coche unos 10 minutos antes que los demás. Yo creo que los suegros debieron pensar: "Qué chica más sincera, no viene en todo el año, y el día que viene sale corriendo". Estupendo. Y ahora me viene a la mente esa frase gloriosa tuya que decías: "Fantástica, no hay que quedar mal con nadie nunca"... pero que defícil es para los seres de mi especie no quedar mal con la gente el puto día de Navidad...

Próximamente: Mi jefe vuelve al trabajo después de haber pasado por cuatro cólicos nefríticos este mes. ¿Qué me deparará el 2008 en el curro?...

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